Por: Jannin Castellano
Sólo cuando me enamoro o cuando miro una hermosa fotografía siento que se detiene el tiempo, pero ambos sabemos que esto no ocurre realmente, es tan solo una percepción. Así como no podemos detener el tiempo tampoco es posible detener la mente; los pensamientos no pueden detenerse, vienen y van tal como se deslizan las gotas de lluvia en la ventana. La invitación de hoy es mirar armoniosamente la realidad para poder AMAR LO QUE ES
Pasamos la vida pensando que para ser felices necesitamos cambiar el mundo y resulta que el mundo simplemente es y vinimos a él para ser felices, lo que hace necesario internalizar que es inútil vivir en una permanente discusión entre la realidad y nuestro pensamiento, por tanto, antes de insistir en cambiar el mundo o intentar detener la mente, debemos asegurarnos de estar preparados para reconocer o enfrentar nuestra realidad personal.
Prepararnos para transformar nuestros estados de ánimo abre nuevas posibilidades interpretativas desde la tolerancia, la flexibilidad y el NO juicio, es un excelente mecanismo de alquimia, a manera de ejercicio, les comparto que mágicamente cuando escribes un pensamiento que viene a tu mente, al quedar plasmado en papel, si bien realmente no se detiene porque tu mente sigue en movimiento, puedes mantener una línea de interpretación que te lleva a darte cuenta que en realidad eso que piensas no es absolutamente cierto, tú le has dado un significado específico que puedes cambiar si quieres, lo que juzgas -sea que te moleste o te inquiete- de este pensamiento es solo la interpretación que le das, no es real, es neutro y tú lo tiñes con tu juicio.
Lo mismo ocurre con esa persona que te cae mal, con la pareja que consideras tiene un terrible carácter o con la vecina antipáticamente mal educada, son todos juicios que has decidido interpretar, no es la realidad, por tanto, está en tus posibilidades cambiar tus pensamientos, trabajando ordenadamente en tus afirmaciones y sacando de lo más profundo de ti esos pensamientos que impactan tu estado de ánimo condicionando tu felicidad.
Eres el reflejo de lo que piensas y lo que piensas logra que vivas en armonía, una decisión de vida que apremia tomar. Notarás que, al intentar no oponerte a la realidad, fluyes con ella siendo todo mucho más sencillo; lo que sucede, sucede, lo que es, es y tu pensamiento no puede cambiarlo, es tu decisión comprender tus pensamientos y dar la vuelta a la tortilla con verdadera disposición de tolerar y aceptar.
Me atrae particularmente el juicio que hacemos con regularidad al etiquetarnos o etiquetar a otro de “mal carácter”, el carácter es una parte esencial de la personalidad de cada quien y no puede realmente ser bueno o malo, simplemente es, es porque se ha forjado en las experiencias y vivencias que hemos tenido y que en su momento interpretamos con el conocimiento que teníamos disponible, pero esa misma experiencia vivida, cuando pasa el tiempo y adquirimos madurez, seguramente cambia nuestra interpretación, comúnmente decimos de adultos, "que bueno que mi papá fue tan severo en exigirnos algunas cosas cuando éramos niños", ahora lo comprendo.
De la misma forma nuestro carácter cambia a decisión de cada uno, eres como decides ser y reaccionas según el temperamento, que es el componente químico y a veces explosivo, entre temperamento y carácter forjamos la personalidad que es un factor diferenciador y distintivo de cada individuo, es como la huella digital, algo que lo hace ÚNICO e IRREPETIBLE, puedes tener comportamientos parecidos a los de otra persona y aun así no podría afirmarse que tengan la misma personalidad.
Prepárate a descubrirte según tu personalidad, prepárate para darte cuenta de que eres realmente único y puedes hacer de ti un ser ExtraOrdinario. Sin etiquetas, el mal carácter NO existe.
Convencida de lo maravilloso que ofrece cada realidad, te invito a que la abraces y te doy las gracias por leerme.
Siempre aquí para que vayamos a por más.
@jannincv
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