De las fechas y celebraciones curiosas con las que me he topado esta el Baked Alaska (también conocido como Omelet noruego y Omelet sorpresa o en francés como Glace au four y Omelette à la norvégienne) es un postre a base de helado colocado en un molde que contiene láminas de pastel o pudín de Navidad y cubierto de merengue. Por todos estos ingredientes deliciosos, no podía dejar de compartirlo con ustedes.
Como muchos postres, se desconoce el orgien y creador original, y existen varias versiones, en una de ellas se dice que durante la presidencia de Thomas Jefferson (en Estados Unidos) se sirvió en un banquete efectuado en la Casa Blanca en 1802, helado envuelto en una masa caliente.
Un postre similar al Baked Alaska fue creado por un físico estadounidense llamado Benjamin Thompson Rumford, que tenía un gran interés por la gastronomía y realizó varios inventos relacionados con ella. Como resultado de su interés en investigar la resistencia de las claras de huevo batidas al calor y sobre la base de un principio que consideraba que la clara de huevo batida era un mal conductor de calor, creó en 1804 un plato que denominó Omellete Surprise (Omelet sorpresa).
Otra de las versiones cuenta que el 6 de junio de 1866 apareció en el periódico francés Liberte, una columna de Leon Brise, un escritor especializado en gastronomía, que insinuaba que el Baked Alaska, fue introducido en Francia por el chef Balzac. Según la historia, un cocinero chino que venía en una delegación que se hospedó en el Gran Hotel de París, enseñó a Balzac a preparar un helado envuelto en un hojaldre crujiente al horno.
Otra historia cuenta que en 1867, el chef francés del restaurante Delmonico's en Nueva York, Charles Ranhofer, creó un nuevo pastel en honor al recientemente adquirido territorio estadounidense., por lo tanto el 1 de febrero se celebra en Estados Unidos el día nacional del Baked Alaska.
El nombre Baked Alaska, apareció publicado por primera vez en 1896 en The Original Fannie Farmer 1896 Cookbook escrito por Fannie Farmer.
El postre se coloca al horno caliente durante el tiempo suficiente como para afirmar y dorar el merengue, este actúa como un eficaz aislante, lo que aunado al corto tiempo de cocción, evita que el calor llegue hasta el helado.
Aquí les dejamos la receta:
INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
150 ml de aceite
150 gr de azúcar
150 gr de harina
1 1/2 cucharadita de levadura química
3 huevos medianos
1 cucharadita de pasta de vainilla
Para el relleno:
1/2 Kg de helado de fresa
1/2 Kg de helado de chocolate
1/2 Kg de helado de vainilla
Para el merengue:
4 claras de huevo
220 g de azúcar
Para flambear:
100 ml de ron
ELABORACION:
Cubre un bol de unos 20 cm de diámetro con film transparente. Lo rellenamos con cucharadas de helado hasta que esté totalmente lleno. Nivela la parte superior, lo cubre con film y lo mete en el congelador.
Prepare el bizcocho: precaliente el horno a 180ºC y engrase un molde de 20 o 22 cm (no puede ser más pequeño, aunque sí más grande, ya que luego lo puede igualar). Tamice la harina con la levadura química y reserve.
Por otro lado bata el aceite, el azúcar y los huevos hasta que estén bien integrados. Incorpore la harina y bata a velocidad baja. Añada la vainilla y mezcle hasta que la masa esté homogénea.
Vierta la masa en el molde y hornee durante 25-30 minutos o hasta que los bordes del bizcocho se separen ligeramente del molde y al introducir un palillo este salga limpio.
Desmolde cuando el bizcocho esté templado al tacto y deje enfriar por completo sobre una rejilla. Una vez frío, si hubiera crecido por el centro, lo iguala. Puede empaparlo con ron, si quiere que tenga más sabor.
Si es necesario, porque el molde fuera más grande que el bol del helado, corte los bordes del bizcocho del mismo diámetro. Colóquelo sobre un plato. Volcamos el helado sobre el bizcocho y retire el film transparente. Reserve en el congelador.
Por último, preparare el merengue suizo. Caliente las claras con el azúcar al baño María sin dejar de remover, hasta que la mezcla alcance los 50-55ºC. Pase esta mezcla a un bol y la monta a punto de nieve con una batidora de varillas.
Decore la torta con el merengue ayudándose de una espátula. Caliente el ron en una olla y, cuando empiece a humear, lo viertes sobre la Alaska y le prende fuego con un mechero para que se flambee. Se sirve de inmediato
Si no le gusta el ron, puede optar por tostar la Alaska con un soplete de repostería o, más fácil aún, en el grill del horno durante un par de minutos.
Lo mismo que los helados, pueden ser de los sabores que más les gusten.
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