Descubrir como el arte te abre las puertas a un mundo paralelo que visto a través del ojo de otras personas, te hacen soñar, reír y hasta llorar, pero sobre todo pensar en lo que podríamos “ver” más allá de lo que tenemos delante de nuestros ojos, ver con el corazón, con la mente y la imaginación, ir y volver sin tener que detenerte a pensar en algo específico, es algo hermoso y fue la sensación que en mi, produjo este artista plástico a través de sus obras y de su historia contada y dibujada con su propio pincel él es, Luis Alejandro Feo.
Luis Alejandro Feo, artista plástico y escultor, residenciado en Barquisimeto, estado Lara, Venezuela. Es un artista con una gran personalidad, que narra sus obras desde lo más profundo de su perspectiva, dejando una marca de su personalidad basada en la poesía y el color, en cada una de las obras a las que representa.
Inicios
Motivado por la figura de su padre, quien fue el que sin querer impulsó sus primeros destellos de atracción por el arte, cuenta que su historia no es la típica historia del niño amante de la pintura, sino que fue un descubrimiento sensorial que lo llevó a enamorarse de la pintura sin dar vuelta atrás.
“He oído cuentos de muchos artistas donde dicen que desde muy pequeños pintaban paredes, pedían al niño Jesús cajas de colores y pinceles, mi inicio por el camino del arte, no es parecido a este, mi caso fue diferente, mi papá cuando joven había estudiado en la Cristóbal Rojas en Caracas y había dejado de pintar hacía mucho tiempo, vivíamos en Maturín ya contaba con 12 años, un día mi papá decidió pintar unas flores, yo observé aquello con los ojos de cualquier ser ajeno a ese mundo artístico, pero recuerdo el impacto que produjo en mi el olor de la pintura, la trementina y el aceite de linaza, eso generó reacciones emocionales en mi, sensaciones evocadoras como si recordara algo sin saber exactamente que era. También por imitación mi hermano y yo quisimos hacer un cuadro, y así poco a poco comencé a descubrir una nueva forma de ver las cosas, pero fue olfato lo que me atrapó y no la vista".
Inicio evocado
"Mi papá entonces nos sugirió a mi hermano y a mí estudiar en la escuela de arte de Maturín. Se puede decir que fueron mis primeros pasos académicos, pero solo duró 2 meses, terminó rápido. En la escuela no había organización y el profesor nos ponía a pintar en la plaza que estaba en frente de la escuela, lo que nosotros quisiéramos, y se iba y a la hora regresaba y nos mandaba a recoger los materiales, se sentía que venía con unos tragos encima, eso me pareció muy mal y no regresamos. Mi hermano se canso rápido, él quería pintar un cuadro en una hora, yo seguí sin parar hasta el día de hoy, todo en búsqueda de esa sensaciones evocadoras que generaban en mi el olor a óleo y trementina".
Alejandro, cuenta que el apoyo de su papá fue condicionado siempre, insistió en que primero estudiara una carrera profesional, ese temor que se observa en muchos padres o personas que ven el arte como una actividad y no como una profesión con dedicación a tiempo completo, debido a el temor al fracaso económico. También recuerda como su papá le decía "que no creyera que cuanto cuadro hiciera lo colgaría en casa", lo cual más allá de una advertencia significó un reto para el artista.
En 1981 se mudan a Barquisimeto y el destino lo ubicó en el sitio correcto, pues se mudaron a una cuadra del artista plástico Jesús Villalón (del cual tenemos una entrevista anterior) y lo conoció casi de inmediato, allí pudo ver y sentir lo especial de esta actividad.
"Comencé con el paisaje, también contribuyó el impacto que me ocasionó el paisaje Larense, me ayudó a consolidar mis deseos de hacer e interpretar las cosas".
Su trabajo ha sido constante, no se ha detenido nunca, solo un breve lapso producto de la expulsión del politécnico por el régimen de repetición de la materia calculo II. Su papá le prohibió el volver a tocar un pincel y lo obligó a guardar todo los materiales, pero en ese ínterin se presentó la oportunidad de participar en una exposición y lo hizo.
"El cuadro lo pinté escondido en un armario para que mi papá no me viera. Después de un tiempo colgué ese cuadro en la casa, mi papá lo vio y no dijo nada, durante un tiempo estuvo colgado, un día lo tomé para una colectiva y mi papá cuando llegó y no lo vió, reclamó de una manera velada, el porqué lo había quitado, le expliqué, pero allí supe que aprobaba mi trabajo lo demás es historia...".
Artista General
En definitiva, esas sensaciones iniciales hoy las puede ver con mayor claridad, no se siente un pintor, cree ser una artista general y su inquietud es constante por todo lo que tenga que ver con estética. La base es la pintura, pero siempre está haciendo cosas, escultura, ensamblajes, estructuras, objetos, escribe historias, y algunos versos que pudiesen ser canciones, siempre con la búsqueda del goce estético.
"Actualmente he comenzado a desarrollar una obra más libre, de allí parte la realización de obras con un alto contenido de expresionismo, primordialmente abstracto. No quiero definir una forma “objetiva”, solo que la sensibilidad por el goce estético se encargue de organizar las líneas en el espacio".
Sentimiento Artístico
El artista nos dejó ver su perspectiva con respecto a sus obras y a su sentir en lo que ha sido toda su vida su carrera artística, con un pensamiento pragmático, sin medias tintas, deja ver su evolución en todos los sentidos artisticos.
"He transitado por múltiples movimientos artísticos, lo que para algunos se traduce en una falta de identidad. Será un requisito indispensable pertenecer a un movimiento o tener una obra identificada para calificarte de profesional?. Observo a artistas haciendo lo mismo toda su vida, es decir haciendo el mismo cuadro una y otra vez con variaciones de color, ángulos etc".
Ciertamente hay temas que secuestran al artista y obsesivamente lo plasman en la desesperación de quitárselos de encima. Pero también hay personas que hacen lo mismo y obedece a diversas causas, uno, comodidad, y no perder lo que les da de comer y dos, reconocimiento, otra, sus limitaciones.
"En relación al hecho de transitar por diferentes movimiento o expresiones artísticas creo que me pone en la disyuntiva de estar en una búsqueda de: no se que. Si, ese no se que, con el cual un día comencé a tratar de entender porque soy artista. Hay artistas en la búsqueda. Unos lo consiguen y otros se quedan en eso, en la búsqueda, pero no por eso pierden mérito, pues al final la recopilación de todo lo que interpreto, ensayo, modifico hace una “obra”.
Aquí hay algo importante no se trata de copiar piezas, es meterse en lo más profundo del movimiento o técnica para encontrar vías diferentes o interpretaciones todavía ocultas. Por los momentos soy de estos".
¿Qué es lo que hace al artista parte de un movimiento?
El artista es parte de un conglomerado, somos solo una parte que integra la humanidad, tenemos una labor y es la de proporcionar experiencia de vivir y lo hace a través ofrecer goce estético que es inherente solo al ser humano, es como una ”sustancia” que hace al ser diferente de otra especie viva. Pero un artista no es un ser extraordinario, es decir, un individuo que está por encima del resto de los demás, solo eso, es un ser que suministra la posibilidad de una vivencia y el tener consciencia de ello suma para apreciar la vida.
Esto lo digo para sacudir al mismo artista, me he encontrado justamente con quienes se dedican a estos menesteres y algunos, se empeñan, en inyectar una especie de botox a su ego y terminan cultivando más a su persona que a lo que producen, pretenden obtener una especie de “pasaportes diplomáticos, de lugares preferenciales” por encima de los demás mortales. Cada quien hace su trabajo, El artista en su taller trabajando, necesita del espacio donde laborar, de salud, de vestido etc,. de igual manera ese ingeniero, constructor, médico, fabricante, necesitan de una vivencia que proporciona el arte para salir de la rigidez y mecanicismo de su actividad.
La Escultura
La escultura ha sido parte complementaria en la vida del artista, es aquí cuando hablamos de artista general, que no solo se expresan a través de lienzos, sino que buscan otras formas de expresión. La inquietud por crear y expresar a través de otras formas y materiales siempre formó parte de su currículo, sin embargo su preocupación por el volumen y tamaño de sus obras ha sido tema que ha tratado con mucha cautela.
"Un cliente de un amigo pintor le dijo que quería una virgen del Carmen, pero que la quería realizada por un artista, pues fácil es adquirir una pieza de yeso de las que venden en serie.
Este artista pensó en mí, solo había hecho un ensayo minúsculo con un volumen que llamé ”la Culona” y se la obsequié, había ensayado una técnica de elaboración con cierta reserva que al día de hoy puedo decir que funciona, pues está en pie.
"Él me preguntó, si era capaz de hacer esa virgen, me quedé pensando y no dije nada, pero comenzó a rodar en mi cabeza ideas de volumen. Las veces que me veía y una que otra llamada me preguntaba si la iba hacer, no tenía respuesta, para ser exacto 7 veces insistió en un periodo de dos meses aproximadamente. Me llene de incertidumbre e inseguridad por el resultado, cuando llegó esa séptima vez debía responder y dije si, voy hacer una prueba".
La pieza se fundió en aluminio y bronce sus dimensiones 152 cm de altura por 50 cm profundo y ancho. Desde entonces he dedicado tiempo a entender el volumen. El tema religioso es solo eso un tema más.
El trabajo impecable del artista, se muestra en cada una de sus piezas fundidas en aluminio y bronce.
Pasión de por vida
Estaré en esto toda mi vida, porque es placentero. Tener una sensación, imaginártela, dedicarte a materializarla y descubrir que en el trayecto se presentan problemas plásticos que debes resolver, ver como surge la “cosa” de la nada es un momento que todos los artistas desearíamos que las personas la vivieran también. No es una posición romántica yo diría que pensáramos en esa característica especial que tenemos esta especie animal llamada humano, la de sentir, ver con ojos de la mente, y hacerla material”.
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