Es uno de los artistas plásticos en Venezuela que ha tenido la fortuna de recibir el afecto y la admiración de la ciudad que lo vio nacer, Barquisimeto, mejor conocida como la ciudad de los Crepúsculos, y es porque ha dedicado gran parte de sus obras a recrear su encanto a través de sus brumas y paisajes. Aquí les comparto una entrevista que le realicé y que disfruté muchísimo por su gran calidez humana y el aporte que con sus obras está dejando a nuestra cultura.
Un aire de frescura, distinción y amabilidad se respira en el estudio del Maestro Jesús Armando Villalón, un artista plástico con innumerables obras, pasadas por varias etapas de su vida, con una atención sin igual nos recibe atento a la entrevista para conocer su trayectoria y el amor por su tierra larense ha quien a dedicado gran parte de sus obras y que lo han hecho merecedor de innumerables reconocimientos. Sus obras han sido expuestas en diversas galerías a nivel internacional la última fue en el Consulado de Miami antes de que lo cerraran, también estuvo en Cleveland, Nueva York, Washington y Houston, allí expuso con dos venezolanos sintiéndose embajador cultural, llevando lo mejor que podía para mostrar, representando a nuestro país.
"Gracias a mi perseverancia seguí este camino". Armando Villalón.
¿Cómo inició en la pintura?
Desde pequeño siempre me destaqué en la pintura, los maestros me decían “Picasso ven para acá”, cuando salí de sexto grado yo le digo a mis padres que quiero estudiar pintura y me dijeron “tu estas loco”, y me quitaron la idea, comencé a trabajar en otras cosas, inclusive trabajé con venta de automóviles, pero alternamente pintaba, yo pienso que en la vida no hay algo más sabroso de hacer lo que a uno le gusta, y gracias a mi perseverancia seguí este camino, por supuesto para la época vivir del arte no era fácil, yo tenia que mantener a mi familia, pero con el tiempo fui preparándome y tuve la ayuda de mi esposa, que trabajaba en una empresa y me agarré un año sabático para trabajar la pintura ya que la gente me estaba buscando como pintor, en ese año descubrí que si tenia condiciones para eso, tuve la colaboración de un pintor muy reconocido aquí en Lara se llamaba Ramón Díaz Lugo, él me orientó y me dijo: “si tu tienes la oportunidad de irte a Europa vete, porque vale la pena”, aquí no existía ninguna universidad de licenciatura en artes, las escuelas tenían pocos recursos y así emprendí mi viaje.
¿Cómo ha sido el trayecto de sus obras?
Me fui a Europa duré dos años con ni familia, allá me encontré al Maestro Rogelio García Vásquez, estudié en el Circulo de Bellas Artes de Madrid y me dediqué a esto, he estado en diferentes etapas dentro de la pintura, primero comencé con el paisaje convencional, pintaba bodegones, callecitas, sitios de Barquisimeto, etc., a esta etapa le dediqué muchos años, después pasé a la etapa de la bruma que son colores muy suaves y claros, demuestran mucha tranquilidad y mucha paz, duré allí como 15 años, luego pasé a otra que la denominé Penumbra y después a una llamada Ventana, así fui quemando etapas.
"Particularmente pienso que el artista que se queda haciendo lo mismo siempre, se quema como artista, uno tiene que estar en constante búsqueda y una evolución dentro de lo que hace".
Luego me fui un poco al tema religioso ya que soy muy devoto a la Divina Pastora, y me dediqué a pintarla pero dentro de la iglesia, yo estuve retirado 10 años en la montaña y allí me dediqué a pintar el Valle del Turbio que es lo más representativo del Estado Lara, luego de un incidente nos vimos obligados a regresar a Barquisimeto y aquí en mi casa empecé a trabajar un tema nuevo, que nombré la Etapa Urbana, es una serie donde aparecen automóviles, señalamientos, atmósfera, esa es la última etapa que estoy haciendo.
¿Cómo se siente en este momento de su vida?
Me siento el hombre más feliz del mundo porque después de insistir por muchos años estoy haciendo lo que me gusta, pintar, trabajar un tema y dejar la huella, los conocimientos uno tiene que dárselo a la generación de relevo, tengo la suerte de tener a Manuel Alfredo Brito, quien ha sido mi único alumno, hoy en día esta presentado en galerías de Caracas que inclusive yo no estoy, tiene un gran futuro por delante, la perseverancia, constancia y la dedicación nos lleva al éxito y él va camino al éxito. Mi mejor obra hasta ahora fue haber rescatado a un niño huérfano de 9 años y me lo traje a mi casa y lo formé a trabajar en este campo y hoy es la generación de relevo más importante en este arte aquí en Lara, eso nos llena de mucha satisfacción.
¿Cuál es el próximo paso en la pintura?
A esta edad aún siento la necesidad de trabajar con niños, para preparar la generación de relevo de la cual estamos hablando. La Ucla me dio el Doctorado Honor y Causa y cuando recibí este reconocimiento me dije, tengo que buscar la forma de dejar la huella, aquí en Barquisimeto tengo muchos murales que quedaran para esta generación, por ejemplo en la 22 con Venezuela, en la Ribereña, yo he donado mis murales a las Iglesias, en el Espíritu Santo puedes ver una, pero quiero ir más allá de eso, dejar mi huella a través de la pedagogía, para eso me he preparado porque una cosa es enseñar y otra es tener pedagogía para poder enseñar y con la ayuda de mi hija voy a formar la Escuela.
¿Qué ha sido lo más gratificante?
El viaje que realicé a Europa para prepararme fue realmente una experiencia única, porque no es lo mismo ver las obras en los libros que verlas personalmente, las dimensiones, las galerías. Uno de los pintores que me impacto por la luz y el color fue Joaquín Sorolla y Joaquín Mir, pintores españoles y la inspiración mía fue Monet un impresionista francés, en Europa el patrimonio cultural que tienen esas galerías es importante para que cualquier artista, son muchos los pasos positivos para su carrera de pintura y es realmente necesario que las conozcan.
Además de este viaje lo más gratificante ha sido la suerte de tener dos nietas que sigue mis pasos, esa es la primera obra de una de ellas y no llega a dos años, dice señalando la obra.
Maestro de Omar Visquel
Sabemos que vivió la experiencia de compartir y enseñar a Omar Vizquel sobre pintura ¿Cómo fue esta experiencia?
Un día recibí una llamada de Omar Vizquel, en principio dudé que fuera él pero cuando caí en cuenta de que si era me sentí realmente emocionado, me llama de Cleveland y me invita a pintar con él y que le de algunas orientaciones ya que una de sus pasiones es la pintura y tiene varias obras. Me voy para allá, pinto con él y cuando viene acá a Venezuela y hace su primera exposición en el Tamanaco, me invita para ser su padrino, eso fue un honor muy grande, fue una bendición de Dios. Es un gran personaje, con unas condiciones para la pintura increíble y me dijo que el día que deje el beisbol va a dedicarse de lleno a la pintura.
"En la investigación es donde está la posibilidad de sacar obras importantes", con esta frase culmina la entrevista…
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