Por: Chef Oswaldo Abuchaibe
Uno de los problemas de salud que mas está preocupando a los países y a las organizaciones internacionales encargados de la salud pública, es el de la obesidad, hasta el punto de tratarlo como una especie de plaga epidemiológica a nivel mundial.
El tema de la obesidad, o tan solo el sobre peso, era tratado hasta hace no mucho como un problema de salud personal ligado a problemas cardíacos, accidentes cerebro vasculares, a la diabetes (la enfermedad del siglo XXI), o en todo caso como asunto de estética, ahora se le relaciona con una gran cantidad de enfermedades que hacen que los costos de la atención hospitalaria se eleve a cifras insospechadas hasta hace poco tiempo.
Ahora bien, ¿que pasó?, ¿Porqué la humanidad del mundo occidental se ha vuelto más obesa, ojo, no digo más gordita!, digo más obesa, hasta el punto de que las alarmas de la OMS suenen y llamen a los países a tomar medidas de ajuste. Qué ha pasado que oímos de una “lonchera” escolar más balanceada, oímos que el gobierno de la ciudad de N.Y. prohíbe la venta de refrescos de más de 2 litros? Pues parece que han pasado dos cosas importantes: una es LO QUE COMEMOS ahora, que no comíamos antes y otra es CUANTO COMEMOS que no comíamos antes.
Estudios recientes revelan que los europeos en general son 70% menos obesos que los estadounidenses y añaden que esto es así a pesar de que el consumo de alimentos preparados con aceites y grasas así como de alimentos altos en colesterol tales como los mariscos, cerdo y cordero por ellos es más alto. Esto parece ratificar que la “dieta mediterránea”, a base de frutas, bajo consumo de azúcar o sal añadidos, aceite de oliva, vegetales y comida marinera, cerdo y cordero es la clave para mantenerse bien, sin engordar, pero que también lo es el hecho de que las raciones consumidas por los europeos son mucho más pequeñas que las raciones preferidas por los norteamericanos; que aquellos comen varias veces al día y que en su dieta no existe el excesos de sal.
¡Cuan diferente esto de las raciones norteamericanas comunes!. Estas se ofrecen en restaurantes muy conocidos y establecimientos de fast food, entre los cuales y solo como ejemplo, Chees Cake Factory (espectaculares y deliciosos restaurantes) tienen ensaladas de 1.200 calorías o platos de pasta con una carga de 2.000 calorías. Burger King, en los E.U., tiene una hamburguesa, la “XXL”, de 6 pisos y 2.200 calorías. La barbaridad se nota cuando piensas que un atleta, en un maratón, consume más o menos esas 2.200 calorías.
Mi conclusión personal, es que no hay que dejar de comer hasta el punto de sufrir, porque eso no sirve para nada, lo que hay que hacer es subir el consumo de frutas y vegetales, olvidarse del salero en la mesa y de las papas fritas deliciosas y comer la mitad de lo que comías, pero más veces al día. Por cierto y lo más importante, no olvides la caminata diaria.
Aquí les dejo un regalito con acento mediterráneo para que se empaten en la onda.
ENSALADA GRIEGA
INGREDIENTES
1 lechuga criolla mediana
3 tomates perita
1 cebolla morada
½ Pimentón verde
½ pimentón rojo
4 cucharadas de queso feta o paisa,
1/4 taza de aceitunas negras
1 pepino sin pelar
6 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de vinagre balsámico
Sal y pimienta a gusto
PROCEDIMIENTO
Lavar las hojas de lechuga y secarlas bien, cortar los tomates en octavos, el pepino en rodajas gruesas y las cebollas en rodajas finas. Coloque todo en una ensaladera y condimente. A último momento agregue las aceitunas y el queso en feta o Paisa.
Refrescante y rápida de hacer!