El destino, esa fuerza que supera el entendimiento humano, es el centro de esta historia sencilla y ligera que escribe Arlette Geneve. En la última cita de la tarde, los viernes, Alins se enamora de su psicólogo Dante, atractivo, prestigioso y profesional; trata de desviar esta atracción a través de su hermano Yago, un joven igualmente atractivo y apasionado, pero en el medio no cuentan con que el pasado de los tres y el destino ya tenían lista la jugada perfecta.
Antes les he comentado que las novelas ligeras y románticas, fácilmente me atrapan, es el caso de esta en la que Alins, acude al psicólogo con dudas, como las que tenemos todos, decidida a retomar las riendas de su vida y a dejar fluir algunas de sus fantasías y pronto comprende que enamorarse del psicólogo puede ser un problema, pues ya sabe demasiado. Dante por su parte lucha con el dilema de sentirse atraído por una paciente, pero no logra quitarse de la mente lo seductora que le resulta y lo que significa sentir latir de nuevo su corazón. La tercera línea de este triángulo amoroso es Yago, hermano de Dante y oveja negra de su familia, que solo busca divertirse y crear problemas pero que casualmente se involucra con la paciente de su hermano.
Más que la trama y todos los sucesos que va entretejiendo la autora, lo fascinante de la novela es reconocer que somos un punto en el universo, que como se dice por allí, “la vida es un pañuelo”..., que si lo tomas por las cuatro puntas hace caer todo en medio y cruza nuestros caminos casi sin que nos demos cuenta.
El destino, esa fuerza que cuesta comprender, se ocupa de organizar nuestras vidas de manera sorprendente, sorprendente porque no prestamos atención a los detalles y es por ello que vivir el presente es tomado por algunos a la ligera, cuando en realidad de cada momento presente se teje nuestro futuro.
La novela como tal, es de esas que cuando terminas de leer dices, “eso no ocurre en la vida real”, y sin embargo caes en cuenta de que en ocasiones no haces nada y las cosas que tienen que suceder simplemente suceden, de que va?, posiblemente no tengamos la respuesta o la aguda percepción para poner en orden algunos acontecimientos, pero te disfrutas leer la historia e imaginar cómo puede el destino tejer los hilos de tu propia vida.
Una delicia leer esta breve historia romántica, les dejo la recomendación para los que como yo disfrutan todo tipo de lectura.
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