Para el alma no hay mejor aliciente que un tecito de jengibre, especialmente cuando te propones avanzar y evolucionar, el jengibre tiene propiedades especiales para activar el metabolismo, lo recomiendan prevenir el cáncer, mejorar tu inmunidad y brinda especial energía al cuerpo, esto es lo que justo necesitamos cuando hemos decidido avanzar, o como mencionamos la semana pasada reinventarnos, porque en estos procesos tenemos que gozar de especial vitalidad desde el alma.
Ocurre frecuentemente, que una vez que te decides a ir por a por más para ti mismo, comienza el entorno a bombardearte con críticas y comentarios limitantes, incluso debes cuidarte de que ese mismo bombardeo pueda provenir de ti, eso que llaman autosaboteo, es mas facil decir, “mejor dejo todo como esta”, “eso es ir contracorriente” o peor aún “para que, si yo siempre he sido así”.
Recuerda que todo lo que te limita es espejismo, que tu fortaleza está en tus pensamientos y si piensas que vale el esfuerzo ir a por más, podras agregar pensamientos positivos para el impulso que necesitas, por tanto tu elijes que piensas y cuanto te permites detenerte en lo que piensan otros.
Una de las expresiones contenidas en el Padre Nuestro, sin dar a esto una connotación religiosa y respetando la devoción de cada uno, es para mi, “No nos dejes caer en tentación”, más alla de hacerlo parte de tu oración a Dios, es una invitación a reflexionar cómo te permites desde el pensamiento y la intención caer en tentación cuando has emprendido nuevos comienzos, es de cada semana caer en la tentación de romper la dieta que iniciaste el lunes, es una verdadera tentación, comprar un jean o una cartera nueva que no necesitas, nos permitimos caer en la tentación de revisar el celular de otro (hijos, novio, marido), qué hay en nuestro pensamiento que nos lleva a caer en tentación?, crees que sea solo curiosidad o sensación de placer?, es posible que sea inseguridad, que sea necesidad de control y que tu mismo permitas que estos pensamientos limiten tu propia libertad de decidir y emprender cambios con éxito, la tentación te hace cuestionarte, te arrima sin darte cuenta al saboteo, sea por ti mismo o sea que proviene de esas críticas ajenas que en realidad poco importan.
Personalmente cuando hago la oración del Padre Nuestro, especialmente ahora adulto, porque de niña solo repetía mecánicamente y “al caletre”, como decimos en mi país, reflexiono y me detengo en identificar que es para mí una tentación, he llegado a toparme de frente con la frecuencia en que la tentación viene en forma de desánimo, igual a cuando me da gripe porque tengo las defensas bajas, UUY! es momento de tomarme un tecito de jengibre para el alma y revisar de nuevo mis patrones de pensamiento acerca de lo que sea que tengo planeado -dieta, búsqueda de empleo, nueva relación, mejor comunicación, negocio nuevo o lo que sea que has emprendido como patrón de evolución para tu bien- cae fácilmente en la tentación del desánimo y tendemos a abandonar o dejarlo para otro momento.
Reinventarse, dijimos, no es una receta, lleva tiempo, requiere atención plena, cariño y disposición, pero especialmente requiere que pidas a tu Ser Supremo, lo que sea que esto signifique para ti, que te ayude a no permitirte caer en la tentación, especialmente en la tentación del desánimo, que suele tener la firme intención de bloquear tus pensamientos positivos y limitar tu potencial infinito, yo tendré tus planes en mi oración diaria mientras,
Sigo aqui para ti
@jannincv
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